sábado, 26 de enero de 2008

9. Los primeros padres

9. Los primeros padres desobedecieron a Dios y pecaron

CATECISMO
EL PECADO ORIGINAL (396-421)

38. ¿Quiénes fueron nuestros primeros padres?

-Nuestros primeros padres fueron Adán y Eva, y de ellos descendemos todos los hombres.

39. ¿Qué dones concedió el Señor a nuestros primeros padres?

- El Señor concedió a nuestros primeros padres el don divino de la gracia, el conocimiento de las cosas convenientes a su estado, y otros dones que los libraban de la inclinación al pecado, del dolor y de la muerte.

40. ¿Obedecieron nuestros primeros padres el precepto de Dios?

-Nuestros primeros padres no obedecieron el precepto de Dios, pues Eva, engañada por el demonio, comió el fruto prohibido y dio de él a Adán, que también comió.

41. ¿Fueron castigados nuestros primeros padres por su desobediencia?

-Nuestros primeros padres fueron castigados por su desobediencia, y perdieron el don de la gracia, fueron echados del paraíso y quedaron sometidos a la lucha con las pasiones, al dolor y a la muerte.

42. ¿Qué es el pecado original?

-El pecado original es aquel con que todos nacemos, heredado de nuestros primeros padres.

43. ¿Por qué se llama pecado original?

-Se llama pecado original porque proviene de nuestro origen, y se transmite con la naturaleza humana a todos los descendientes de Adán.

44. ¿Tuvo Dios misericordia de los hombres después del pecado de nuestros primeros padres?

Dios tuvo misericordia de los hombres después del pecado de nuestros primeros padres, y para salvarlos prometió y envió un Redentor, que es Jesucristo.

45. ¿Heredó la Santísima Virgen el pecado original?

-La Santísima Virgen no heredó el pecado original, sino que, por singular privilegio, por los méritos de Jesucristo, fue Inmaculada desde el primer instante de su concepción.

46. ¿Cómo se quita el pecado original?

-El pecado original se quita con el Bautismo.


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Dios creó a Adán y Eva, los llenó de dones sobrenaturales y preternaturales y los puso en el paraíso terrenal. Allí eran muy felices: eran sus amigos y no sufrían mal alguno; trabajaban, pero sin cansarse... Después de ser felices en la tierra, hubieran pasado -sin morir- a gozar de Dios para siempre en el cielo.

Pero Adán y Eva cometieron un pecado gravísimo: el pecado original. En el capítulo tercero del Génesis se nos cuenta ese pecado: desobedecieron a Dios y le ofendieron. Como Adán y Eva fueron nuestros primeros padres, todos los hombres heredamos este pecado. De él brotaron el dolor, los sufrimientos, los odios, las guerras y demás calamidades que padecemos los hombres y el mundo.

Conviene, pues, estudiar bien este tema. Si se entiende, quizá puedan comprenderse muchas cosas malas que pasan en el mundo y dentro de cada hombre.

1. Los primeros padres eran muy felices en el paraíso terrenal

Dios, llevado de su amor, creó a los hombres para que un día pudieran contemplarle y vivir eternamente junto a Él. Por eso los hizo partícipes de su vida divina. A tan grande e inmerecido don lo denominamos gracia santificante o vida en gracia. Además, Dios los puso en un lugar estupendo -el paraíso terrenal- y les dio otros muchos dones inmerecidos: iluminó su inteligencia y fortaleció su voluntad, estando exentos del error y de la inclinación al mal; los libró del dolor, de la enfermedad y de la muerte (dones preternaturales). Estos dones -sobrenaturales y preternaturales- debían ser transmitidos por Adán y Eva a sus descendientes.

2. La prueba de los primeros padres

Igual que a los ángeles, Dios quiso someter a nuestros primeros padres a una prueba y les puso un mandamiento para probar su fidelidad. Su lo cumplían, conservarían para sí y sus descendientes las gracias y dones que Dios les dio; si no lo cumplían, perderían las gracias y dones para sí y para sus descendientes. Dios, que podía imponer este mandato porque es Dueño y Señor absoluto del hombre, quería que vencieran.

3. Los primeros padres pecaron

Tentados por el demonio, padre de la mentira, Adán y Eva desobedecieron a Dios y pecaron. Fue un pecado de soberbia, pues quisieron ser como Dios, y se sometieron al demonio. Con este pecado perdieron la amistad divina (gracia) y los dones preternaturales que Dios les había dado gratuitamente; hasta sus fuerzas naturales quedaron heridas y, quebrada la armonía interior, sintieron la inclinación al mal. Quedaron sometidos a la concupiscencia -inclinación al pecado-, que no es pecado pero incita al mal.

4. Los hombres nacen con este pecado y sufren las consecuencias

Al ser Adán principio y cabeza del género humano, perdió él la gracia y los dones que la acompañaban, y los perdieron sus descendientes: en Adán pecó todo el género humano. Es decir, al recibir de nuestros primeros padres la naturaleza, la recibimos manchada con aquella culpa y, por tanto, privados de la gracia y de todos los demás dones; y por perderse la armonía interior, quedamos inclinados al pecado (concupiscencia). Esto es lo que se llama pecado original, con el que todos nacemos.

5. Consecuencias del pecado original

En el pecado de Adán tuvieron origen todos los pecados y males de la humanidad. Todos los hombres nacemos con las gravísimas consecuencias del pecado original, privados de la gracia y, por tanto, en estado de pecado e inclinados al mal. Por eso existe en nosotros la inclinación al pecado, a la que denominamos concupiscencia. Ésta se pone de manifiesto en el ansia desordenada de cosas terrenas: de goces, bienes, honores... También vivimos los hombres en medio de innumerables penas y calamidades y, finalmente, la muerte. Por el pecado original, el demonio adquirió influencia sobre el mundo.

6. Dios se apiadó de los hombres y les prometió un Redentor

A pesar del pecado, Dios se compadeció de los hombres y les prometió la futura redención: prometió que del género humano saldría un Redentor -Jesucristo-, que salvaría a la humanidad del pecado y de sus consecuencias.


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Curso de Catequesis. Don Jaime Pujol Balcells y Don Jesús Sancho Bielsa. EUNSA. Con la autorización de Don Jesús Sancho


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SUGERENCIAS METODOLÓGICAS

1. Objetivo. Darse cuenta de que, como consecuencia del pecado original, tenemos que luchar para portarnos bien. Estar dispuestos a vivir esa lucha con alegría.

2. Actividades.-Formar equipos de 4 ó 5 chicos y contestar a estas preguntas:

a) ¿Qué dones concedió Dios a los hombres?

b) ¿Cuál fue el pecado de Adán y Eva?

c) Explica las consecuencias del pecado original.

d) ¿Qué es la concupiscencia?

e) ¿Qué prometió Dios a los hombres pecadores?

3. Puesta en común. Los secretarios de los equipos leen las contestaciones.

4. Propósito de vida cristiana. Aprender la "Confesión general" y el "Señor mío Jesucristo".


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ORACIONES
CONFESIÓN GENERAL

Yo confieso ante Dios todopoderoso y ante vosotros, hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión:

(Golpeándose el pecho)

Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a Santa María, siempre Virgen, a los Ángeles y a vosotros, hermanos, que intercedáis por mí ante Dios, nuestro Señor.

EL ACTO DE CONTRICIÓN

(Es un modo de decirle al Señor que estamos arrepentidos de haber pecado, de haberle ofendido con nuestros pensamientos, palabras y obras. Será bueno que te lo aprendas de memoria.)

¡Señor mío Jesucristo!, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de haberos ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las penas de infierno. Ayudado de vuestra divina gracia, propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta. Amén.

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